La perdiz de dehesa...... "Relato" Juanse.

[Juanse]

Relato:

El penultimo lance................................................


La tranquilidad que te dan las capturas consecutivas, te capacita para abordar una nueva jornada de caza, con una mentalidad libre de la fuerte presión que soportas cuando sabes que es vital para el desarrollo correcto de tu relación con el pájaro, el conseguir alcanzar de nuevo el éxito.
El saber que tu pájaro esta física y sobre todo mentalmente preparado para los retos de esta nueva jornada, te permite abordar la misma con una serenidad, a través de la cual eres capaz de ver con claridad diáfana, lo que debes hacer para volver a triunfar.

Hay un solo terreno de caza en el que la brava perdiz roja, se resiste a caer una y otra vez en nuestras garras….. un solo terreno en el cual….aun…. no hemos sido capaces de obtener tan ansiado triunfo….. ese terreno es la dehesa y sus campos aledaños repletos de fuertes y inexpugnables heridas, formadas por grandes zarzales, multitud de retamas, cañizos y otros perdidos.
En este terreno, la perdiz se comporta de forma totalmente diferente a como lo hace en las tierras labradas y de cultivo. En estos terrenos más enmarañados, salpicados de pequeñas y bellísimas dehesas, la perdiz roja parece una especie totalmente diferente….
...En el llano la perdiz utiliza toda su fuerza y vitalidad para alejarse lo más lejos y lo más rápido posible de aquello que la amenaza, sus vuelos son largos y poderosos….perecen decirle a su perseguidor…. Sígueme si crees que eres capaz de hacerlo……
...Sin embrago en la dehesa y en las zonas de heridas, sus vuelos más que de huida, son de ocultación. Vuelan de una herida a otra que tengan mas cerca y siempre intentando dirigir sus vuelos hacia las zonas en las que saben que tienen todas las de ganar, de conseguir llegar a ellas. Por eso con estas perdices, todo tu esfuerzo y todo tu empeño debe ser además de descubrirlas, el conseguir dirigirlas hacia las pocas zonas en las que al menos podrás tener alguna oportunidad de medirte con ellas.
A esto le llamo yo la caza sin pájaro, es una técnica que siempre me ha dado buenos resultados en la caza con los gavilanes y ahora nos enfrentamos a presas, que siendo perdices, se comportan totalmente como las típicas presas de matorral.
No se trata en absoluto de cansar a la presa, moviéndola de un lado a otro, cosa esta prácticamente imposible, pues como digo los vuelos que da la perdiz si bien explosivos como es habitual en ellas, son cortos, de una herida a otra y por lo tanto apenas hacen mella en este portento de la naturaleza que son las perdices. De lo que se trata es de sacarla de sus inexpugnables fortines y llevarlas hacia zonas más propicias….. y esto como hay que hacerlo, es sin mostrarle a las perdices tus cartas, ósea sin enseñarles el pájaro, pues de hacerlo volándolas con el pájaro, sus vuelos siempre serian buscado defenderse del el, buscando siempre las grandes heridas y sin embargo si las acosas a pie con tu sola presencia, huirán del humano y esto lo hacen de una forma menos urgente que con un pájaro metido en su cola.

Por tanto hoy Lidia y yo nos dedicamos a mover el campo empezando desde las zonas difíciles hacia las zonas más asequibles.
En nuestro trasiego comenzamos por dar con un pequeño grupo de dos o tres perdices que se levantan y las dejamos volar tan solo mirando la dirección que toman para ir conociendo en que zonas tenemos perdices….. Es curioso ver cómo va el pájaro encaperuzado en el puño, pues va pendiente de todo lo que hacemos y decimos…… su reacción cuando Lidia grita desde lejos que ha dado con el gran bando es inmediata….. abre las alas y se muestra impaciente por que le quite la caperuza…. Sabe perfectamente que la espera ha terminado….

El nutrido bando vuela hacia las zonas que queremos….. ya no perdemos más tiempo…. Cuando las veo que se alejan de las grandes zarzas desencaperuzo de forma que Yelmo las vea volar en la distancia, saliendo como un tiro en su dirección.
Desde el momento en que sueltas el pájaro ya no hay vuelta atrás…… la cuenta atrás se termina--- 3 ---- 2 ---- 1 …..

...que voyyyy...... quien no se haya escondido que se esconda……

Lo que hayas sembrado hasta ese momento es lo que ahora podrás recoger mientras vuelas……….

Yelmo vuela a las perdices como lo hace ya desde días atrás…. Las vuela a fondo y hasta el final, terminando la mayoría de los lances que comienza a no ser que desde el principio vea que no hay posibilidades cosa que ya ha aprendido también.
En mi memoria quedan archivadas las heridas donde ha encerrado a las dos perdices que perseguía…….esas dos estarán allí un buen rato….le digo a Lidia.... vamos a buscar las otras.

La mayoría del bando a tomado el camino de la tupida dehesa….

El equipo toma posiciones, Lidia va por la parte baja mientras yo bato las zonas altas de encinas y espinos….. Yelmo va de uno a otro siempre intentando mantener una posición ventajosa….. entre los arboles le veo atacar con esa inconfundible forma que tiene de atacar a las perdices….
...Su determinación es absoluta, su velocidad y valentía son de admirar en un halcón de tan pequeña talla como es la suya……. ha visto a las perdices apeonar por delante nuestra….. le entreveo entrar en el suelo y hasta mis oídos llegan los gritos de dos perdices que le esquivan en el último segundo, saliendo como tiros hacia las zarzas del cauce que tienen como a 60 o 80 metros hacia abajo, Yelmo las sigue con furia pero ha perdido demasiado en su entrada al suelo y las perdices consiguen llegar a la zarza….. la punta de Yelmo se dispara al cielo con rabia… su vuelo le trae a mí de nuevo... y rompe otra perdiz que lo da todo por volver al fortín donde sabe que no podremos sacarla de nuevo…. Yelmo ataca sin dudarlo y se pone en su cola dando alas con toda su fuerza.... pero la perdiz esta fuerte y no pierde la cabeza, los veo desaparecer juntos en la maraña de zarzas que hay en la distancia…..

....Tras un rato de incertidumbre por el desenlace del lance, le veo aparecer de nuevo en el aire....

Vuela con una fuerza y una maestría que aun ahora me sorprende….. se desplaza por el aire con un control total de las corrientes y las fuertes ráfagas que soplan del frio y fiero norte….. se coloca sin ningún esfuerzo de nuevo en su altura 40 metros, quizás 50 metros??...no mas, sabe que en este terreno de poco sirven las grandes alturas.

Ya debemos tener al menos 4 perdices en los lugares más propicios de este difícil cazadero, es momento de ir a por ellas…… aviso a Lidia y corremos para tomar posiciones de nuevo…. Lidia comienza a mover la hilera de zarzas hacia la única zona que hay más limpia en el cazadero y yo cubro la parte más sucia, para evitar hacia allí de nuevo el vuelo de las perdices.

A los primeros golpes en la zarza surge un zorzal….. Yelmo los quiere de forma especial también a estos y los vuela siempre con una fe impresionante…. lo único que le salva al zorzal es su buen criterio a la hora de romper a volar, pues siempre lo hace de forma que el pájaro este algo alejado y es de esta forma como de momento están consiguiendo burlar los furibundos ataques de Yelmo…. el rizo en el aire con el fulgurante picado hace que el zorzal grite totalmente asustado y busque donde esconderse de nuevo antes de que Yelmo se le eche encima…… huyyyyyy…… vaya lanceeeee……. Yelmo vuelve a su sitio con la misma inercia y continuamos moviendo la zarza….

Tanto Lidia como yo sabemos que el lugar donde embarraron las perdices está ya muy cerca….los nervios se enredan en el estomago mientras batimos con fuerza, la zona clave donde deben estar nuestras perdices….

Es en ese momento preciso, en el que el sonido embrujador de la arrancada de la perdiz, seguida de la grita que recorre mi garganta, hace que el tiempo se detenga y todo se vea como a cámara lenta……

.....la perdiz vuela limpia y potente hacia la dehesa que le espera poco más arriba…..

.....podemos percibir cada detalle de su vuelo pardo rojizo…..a su vez sin saber como, también podemos ver con todo detalle como Yelmo pica desde su altura aceptando el reto…..

.....sus alas se convierten en cuchillos y su cuerpo se transporta a una velocidad sorprendente……

.....las dos trayectorias se juntaran sin duda en un punto…..Yelmo se prepara para el impacto y es en ese momento justo en el que la perdiz en una maniobra magistral se deja caer a plomo contra el suelo esquivando por centímetros las garras que se disparan para golpear el aire vació……

......esta vez la punta de Yelmo es vertiginosa…. Sabe que es su perdiz…… la perdiz se ha rehecho y vuelve sobre sus pasos, pero ha perdido demasiado tiempo en la maniobra y vemos como Yelmo la atropella a toda velocidad en el aire, como un tren sin frenos…….

.........A trabadoooo¡¡¡¡……

......pero la perdiz todavía no se ha dado por vencida, da un harreon con sus poderosas alas y se zafa de las garras del pequeño halcón en pleno vuelo, dejando un rastro de plumas que revuelan tras de ellos en el aire….. llegan los dos de nuevo a la zarza y en la maniobra de frenado Yelmo vuelve a trabar a su perdiz…..

......pero esta perdiz, es perdiz de matorral, perdiz que sabe utilizar las heridas en su beneficio a la perfección, con sus fuertes patas corre arrastrando a Yelmo y le deja trabado en la zarza mientras ella corre a su interior…… la hemos perdido…….

Por un momento acuden a mi mente la rabia y los miedos de esta nueva derrota en este terreno…. pero inmediatamente desecho estos pensamientos y le digo a Lidia.... corre tu por un lado y yo por el otro…..

Yelmo infatigable vuelve de nuevo a su sitio, el si confía en que volvamos a sacársela, pues sabe que es suya….. las varas golpean duro, la rabia se oye sin duda en el aire…. Yelmo vuela en círculos cerrados….

Y de repente….....

......pica, clavándose en el suelo con toda su furia en lo que es el comienzo de la siguiente zarza…..

Por un momento dudo… sin duda ha hecho presa….. pero pienso que quizás sea de alguna presa mas menuda que estuviera en la zarza…
Yelmo esta con las alas abiertas y sus garras se pierden en los cañizos……no puedo ver a la presa….
Me acerco con cautela por si es pequeña presa que pueda llevar en mano y es cuando veo que lo que esta sujetando es su perdiz…….

......Siiiiiiii……

Tirandome en plancha y trabo a la perdiz para que no se le escape, mientras Yelmo no pierde un segundo y la coge del cuello picando con la precisión de un pequeño neurocirujano dejando a la perdiz inconsciente.

No queda más que rematarla y gritar a cielo nuestra alegría por dar por cumplido este reto que tanto se nos había resistido, de capturar y dar muerte a la dificilísima perdiz de monte y dehesa con este pequeño gran halcón llamado Yelmo.

Un fuerte abrazo.
Juanse.