Amigos, les pongo aquí algunas fotos de uno de los aplomados que crió Carlos Tello la temporada pasada. Tuve la suerte de acompañarlo un día y lo que ví me dejó con una idea muy distinta de la que tenía sobre la altanería con aplomados. Verán, ya había visto varios aplomados elevarse pero no durante tanto tiempo y lo más importante, pendiente del cetrero y las PRESAS en todo momento. Todo el tiempo el aplomado estuvo batiendo ala (no en térmica) y subía, bajaba, se columpiaba y volvía a subir si la presa se escondía, a veces a 30 mts y otras a 100 mts así durante aproximadamente 1 hora y no dudo que pudiera durar el doble o más. El aplo no esperaba ni que el Carlos le subiera el guante, ni el señuelo, sólo estaba disfrutándolo y cazando. Es este tipo de altanería por
especulación la manera más difícil, a mi ver, de entrenar y cazar con aplomados pero sin duda una de las más gratificantes también, aunque obviamente no la única:
