Voy a comentaros una cosilla a ver que consejo me dais.
Hoy al llegar al carril donde vuelo he visto unas perdices. He parado, preparo el pájaro y lo hecho a volar. Es la primera vez que intento ir a por perdices. Salgo en dirección hacia donde había visto las perdices pero no las localizo y cuando ando un poco más y el pajaro estaba algo descentrado y con una altura mediocre salen las perdices cada una en una dirección y el pájaro descolocado. Empiezo a pitarle pero el halcón no le hace ni caso y ni las mira; al oirme pitar (cuando le hecho las palomas le pito) se viene conmigo y empieza a subir más pero a las perdices ni caso.
¿Que ha pasao? ¿Solamente ataca lo que sale de mí? ¿No conoce la caza salvaje? ¿He abusao de los escapes de paloma? ¿Sería conveniente hacerle unos escapes de perdiz?
Un saludo y gracias
¿No quiere perdices?
-
- Master
- Mensajes: 2720
- Registrado: 21 Oct 2003, 18:58
- Ubicación: Español, residente en Puerto Rico
- Contactar:
Hola Juan, primero decirte que le estas creando a tu ave un habito y reflejo mal acondicionado. El mal comienzo esta en soltarle escapes de mano y no de piso, que es donde deberian ser lebantadas con perro o de cajas de lanzar. Yo nunca les tiro escapes de mano pues podria tener ese tipo de problemas, lo que hago es reintroducir varias codornices o perdices etc...en el terreno o campo. Si el ave esta comenzando y las quiero faciles para iniciarlo a este tipo de presas, pues se las suelto por la mañana y las busco para cazar por la tarde. Si el ave esta muy avanzada, se las reintroduzco una semana antes y despues les doy caza. Cuando el ave esta ya terminada capacitada en la caza, pues le busco presas reales.
Saludos.
Saludos.
-
- Master
- Mensajes: 5234
- Registrado: 14 Abr 2003, 19:47
- Ubicación: Guadalajara
Es muy posible que no reconozca a las perdices como presa. A un amigo le pasaba justo eso, que después de muchas palomas de escape, el pájaro un puntito en el cielo y centrado, le sacaba las perdices de debajo y nada, no hacía ni amago de atacar... Al final con par de escapes de perdíz lo solucionó pero con otro problema añadido. El pájaro nunca volvió a subir tanto como solía,. pues se dió cuanta que para las perdices no hacía falta y que al contrario, era un incoveniente.