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rayo macuin · Mensaje por **rayo macuin** » 31 Mar 2014, 18:45

ESPERO QUE LES GUSTE ESTE RELATO QUE ESCRIBI HACE UNOS MESES

Les platico lo que me paso exactamente antier en una tarde de cacería después de haber soltado a Paprika (mi Aplo) 2 veces del puño tras haberla bajado al señuelo por los angustiasteis ataques de las rapaces locales (Laguneros y Elanios), tome a Paprika la encaperuce y la lleve en el puño un rato esperando que Niko (mi perro) me presentara alguna pieza, caminamos como 30 min esperanzado encontrar la única parvada de codornices que he visto en la temporada y justo cuando estábamos llegando a las cagualeras pensé “ya deje muy atrás a estos molestos pájaros” entonces decidí soltar a Paprika para que comenzara a hacer su rutina pero cuarenta y cinco segundos después vi algo que hizo que mi cuerpo revoloteara de nervios y me arrepentí de haber tomado tal decisión, inmediatamente tome el señuelo y comencé girarlo, también comencé a pitar con el silbato, aventaba la gorra, arrojaba terrones de tierra, corría a máxima velocidad, gritaba!, y el perro corría y ladraba junto conmigo, pero dentro de mi sabia que la situación estaba fuera de mi alcance al estar a 150m de distancia de la batalla en movimiento, mi Halcón tendría que valerse por si mismo durante unos minutos en lo que lograba darles alcance y defenderla, en mi mente solo cabía la idea de que pocas veces había visto una hembra de ese tamaño, el ave enemiga se veía poderosa y experimentada con un vuelo sigiloso, con una aparente calma sin batir demasiado sus alas mientras se aproximaba a la escena, con esa decisión que los caracteriza y que asusta a cualquier ave o roedor que se encuentre delante de ella, detrás de paprika se encontraba el Ave De Las Sombras!!!!! 15 segundos después de ondear el señuelo decidí guardarlo! porque Paprika inmediatamente emprendió el vuelo de regreso hacia mi y la magnifica rapaz enemiga venia cruzando justo en esa dirección, en caso he haber continuado con el señuelo el encuentro hubiera sido fatal, viendo Paprika que había guardado el señuelo decidió emprender la huida hacia unos mesquites y ahí fue donde pensé que definitivamente iba a regresar a casa sin mi amiga, sabia que una pelea de destreza entre los matorrales no era una opción de supervivencia para ella. Las dos aves luchaban, una por su vida y otra por su territorio y comida, parecía ser que en los vuelos rectilíneos Paprika se adelantaba un poco a su peligroso adversario pero por momento se adentraba entre algunos Mesquites y huisaches pensando que así podría evadir al atacante, lo que ella no sabia era que su opresor era el amo de los vuelos quebradizos, afortunadamente después de los primeros 3 ataques la Aplomada se dio cuenta y comenzó a dejar los matorrales y así fueron 3-5 min de ataques y intensas persecuciones De pronto observe a Niko que le ladraba y perseguía al ave enemiga, no se de que manera el pudo entender la situación pero nuestro compañero fue el detuvo el eminente encuentro entre las aves, yo corría y gritaba, ¡Vamos Niko!! ¡Bien Amigo! ¡Vamos, Vamos! ¡Bien! Impedida por “el molesto can” el Ave decidió tomar una percha para esperar a que el perro y yo nos retiráramos y esa era la única oportunidad que yo tenia para evitar que reanudara su mortal ataque, así que deje a Niko quieto en el medio del campo y yo corrí hacia el mesquite donde se encontraba mi compañera de caza, al llegar mi sorpresa fue que ella no estaba aterrorizada como yo!, ella se veía confiada que el depredador nunca la iba a alcanzar pero al mismo tiempo se mantenía muy alerta sin dejar de observar a su némesis, entonces saque el señuelo al pie del árbol y Paprika bajo inmediatamente sin dejar de ser precavida, tomo el señuelo y lo arrastro debajo de mis rodillas porque yo me encontraba en cunclillas, entonces aproveche el momento para poner el seguro en el Almery de la pata izquierda y suspire!! UFFF!! e inmediatamente después voltee a ver a esa Hermosa Hembra de Cooper posada en su percha como atalaya con su postura erguida y una aparente soberbia descansando sobre una pata con su su mirada puesta sobre nosotros y el sol del atardecer rozando su plumaje. Ese día nosotros no perdimos pero Ella tampoco perdió, Ella se dio cuenta de la manera en que los tres compañeros de caza nos alteramos por su presencia y que sabíamos que ella era la dueña del lugar, que no podiamos caza ahí y que difícilmente íbamos a regresar mientras sobre esa percha se pudiera ver su silueta, la poderosa silueta Del Ave de las Sombras!!!!

Eric Pereira Garza. (Rayo Macuin)