Esta semana me he basado practicamente en hacerle verticales y controlarle el peso para este fin de semana volarlo. Hoy estaba en 572 gramos y su respuesta ha sido magnífica.
Llevaba 1 hora siguiendome por el campo, durante la cual a veces hacia tornos encima mia y otras se dedicaba a seguirme desde muy cerca. El campo parecia desierto y ni los cazadores omnipresentes daban señales de vida. Yo me conformaba con poder disfrutar viendo como mi pollo estaba atento a cualquier movimiento y como no... sin quitarme la vista de encima.
A la vuelta para el coche... veo a una paloma torcaz salir, desde bastante lejos, de una pequeña arboleda y pienso... pues quizas haya mas. Vamos a intentarlo!! Llamo a Hank para que estuviese cerca de mi y me acerco a la arboleda. Rapidamente salen 3 palomas más como si de balas se tratasen y tras la grita, Hank se da patadas en el culo tras ellas.
Rapidamente elige a una y va tras ella.
Mis sentimientos estaban separados, por una parte atónito de la velocidad a la que iban tanto las palomas como mi Harris y por otra parte acojonado porque se estaba alejando como nunca lo habia hecho.
Llegó un momento en que ya no los veia y ya me pensé lo peor. Ahora toca buscar al pollo!!
Me puse en un lugar alto intentando verle o al menos escuchar los cascabeles. No sabia si habria pillado algo o no pero la verdad que lo dudaba bastante porque esas torcaces salieron a una velocidad increible.
Lo llame durante 15 minutos sin éxito y me dispuse a volver al coche para acercarme a la dirección en que habia ido.
Cuando llego al coche... veo en el cielo y a una distancia aproximadamente de 400 metros, incuso mas, 3 aves en el cielo, las cuales no llegaba a diferenciar.
Levanté el puño y silve con fuerza... os puedo asegurar que este ha sido el vuelo al puño mas increible que he vivido con mi pollo. Era él y encogiendo las alas venia hacia mi rapidamente. Me cazó literalmente el puño. Ví que no habia señales de haber pillado nada y le di su gorga.
Le hice algunas fotillos que luego colgaré y me volví a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
No ha pillado la torcaz pero ver ese lance... una de las mejores cosas que he experimentado con mi Harris. La velocidad a la que iba sin parar de batir alas y sobre todo, a la distancia que ha ido tras ellas... Increible! Y ni hablar de la distancia a la que ha respondido al puño para recogerlo.
Un saludo y espero no haberos aburrido mucho
