Fue muy emocionante ver su primer vuelo, hasta que comencé a ver que subía demasiado alto, y se iba demasiado lejos.

Nos toco correr, subir y bajar varias colinas.
El tio no debia tener mucha hambre, porque no hacia caso a mi llamada. Eso o que le moló demasiado el vuelo.
Finalmente pude recuperarlo en medio de un prado de juncos altísimos que nos cubrian casi enteros y regados por un riachuelo que nos hizo meter la "pata" en el agua mas de una vez.
A continuación el Harris de mi amigo no paró de atacar al mio, que no sabía ni defenderse.
Al día siguiente le hicimos un escape de paloma, con un ala cortada. Pero no iba a por ella. Me extrañó porque anteriormente si habia cazado un pichon en casa. Poco a poco se fue animando a ir tras ella, y la llegaba a tocar, pero no la cogía.
Pensamos que el tamaño le asustaria, asi que le hicimos un escape de tortola y esta vez si reaccionó a la primera cazandola de una manera limpia y eficaz.
Creo que ha tenido muchas emociones y ha aprendido muchas cosas este fin de semana.