Se trata de gavilanes claro, de la hembra que vuelo actualmente. Cuando empezó a volar suelta con buena respuesta a la llamada, pesaba 215-220 gramos, pronto empezó a cazar y seguía respondiendo en ese peso...ahora me estoy dando cuenta después de todo este tiempo, que poco a poco la estoy volando más baja que antes para que su respuesta sea igual. Algo parecido me pasó con el torzuelo.
La cuestión es que llegó un punto en el que la pájara ha volado en 205 gramos, con la quilla bastante notable, aunque con fuerza de sobra, y con una llamada muy mediocre. Simplemente ha ido perdiendo ganas de acudir al puño y señuelo tras un lance fallido, o al subirse a la copa de un árbol, y esto me ha obligado a bajarla a este punto.
La respuesta a esto creo que está relacionada con la caza y con la independencia que va adquiriendo el pájaro, y la solución que he encontrado ha sido sencilla, y me ha dado resultado.
Simplemente me tomo un día a la semana para volarla dentro de casa, al puño y al señuelo, tal y como empezó su adiestramiento. Tras este día de sacrificio, he descubierto que me funciona como antes, acude perfectamente al puño en 215 gramos en el campo, y gana confianza en el guante.
Comento esto porque recuerdo unas palabras de Rafa, que decía que lo fascinante de un gavilán es que te obliga a cambiar de táctica cuando piensas que lo tienes todo bajo control...y creo que después de ver como un gavilán ignora el puño en el que tiene la comida fácil, cuando un mes antes lo cazaba en un peso más alto, me hace pensar que de verdad a estos pájaros a veces no hay quien los entienda.
Aunque una cosa sí he comprendido, y es que si el pájaro tiene que ir muy enquillado para funcionar, es que algo no funciona

Un saludo.