Las Cavenes escribió:Lo primero hola a todos.
Yo tambien soy bastante nuevo, y estoy empezando con una prima de harris, y si la estoy metiendo al señuelo, justo por lo que dicen los compañeros.
pero ya que ha surgido el tema, yo tengo una duda, referente a esto , aver si me aconsejais..
yo llamo a la pajara con el señuelo , pues una o dos veces por semana y la recojo en el suelo;
mi duda es la siguiente, como devo hacer para retirarle el señuelo?
Osea, cuando lo tiene cogido y come las picadas que tiene, que hago, espero a que lo deje y la llamo al puño, o le meto el guante y se lo robo?
ella despues de comer se queda con el y lo cubre, y empieza a intentar picar el cuero..
yo no se cual es la forma mas correcta de actuar.aver si me echais una manita, que no me gustaria empezar mal..
Saludos y gracias
El procedimiento consiste invariablemente en reemplazar al señuelo por una cortesía, como si se tratara de una presa.
Aunque las aves saben discernir perfectamente entre una presa real del señuelo, las estamos condicionando a reconocer el señuelo como un lugar donde, luego de perseguirlo cortas distancias, terminan por tomar uno o varios bocados de alimento. De esa manera el señuelo está simbolizado como un artefacto que proveé alimento de manera consistente y segura.
Por eso, cada vez que lo giramos y lo arrojamos para llamarlas, tienen la plena certeza de que obtendrán comida. Cuando tenemos establecido este condicionamiento las aves van tras su recompensa de manera segura. Por esa razón sería un error entrar a robárselo.
Hay aves, como los pasajeros, que si no sabemos entrar a recoger el señuelo cuando lo tienen sujeto, podríamos provocar que "llevaran en mano". En estos casos (también aplica en los niegos) lo mejor es llegar con mesura hasta ellos, inclinarnos con suavidad y ofrecer una cortesía (ideal una pierna de conejo o un roedero similar). Nuestra actitud hacia el ave debe ser propositiva, buscando que entienda que estamos ofreciendo una recompensa a su actitud. Cuando el ave recibe nuestro roedero podemos hacer el reemplazo. De esa manera no afectaremos su conducta,
no se sentirá robada, al contrario sí, podrá sentirse recompensada.
Recordemos que nuestra presencia y cada uno de los actos que dirijamos hacia nuestras aves deben estar cargados de señales positivas para estimular un adecuado condicionamiento. Que nuestro rostro y nuestras manos signifiquen siempre una fuente de placer y estabilidad hacia nuestras rapaces, nunca lo contrario. Ahí radica la efectividad de un buen condicionamiento.
Espero te sirvan los comentarios.
Saludos.