Que tal compañeros, llevo varios días dudando si ponerme o no, a escribir algo sobre el pájaro que tengo la inmensa fortuna de estar manejando.
Para seros sinceros todavía tengo mis dudas, pues hubo un tiempo en el que participe muy intensamente en este foro y si bien guardo muy buenos recuerdos de aquellos momentos, también los hay malos.
Ante todo quisiera aclarar, que lo que me mueve a escribir sobre este pájaro, es que me esta sorprendiendo muy gratamente y siendo como es un gran desconocido para la inmensa mayoría de los cetreros, incluyéndome a mi, es como si me sintiera en la obligación de hablar sobre él, pues a mi me hubiera gustado muchísimo que alguien que los allá manejado hubiera escrito mas sobre ellos. Desde aquí agradezco a Rubén “Rudforc” y a algún otro usuario que maneja estos pájaros él habernos contado alguna de sus experiencias. Pero sobre todo os quisiera decir que no pretendo demostrar nada, ni busco nada mas allá que el de contaros un poco las cosas que voy aprendiendo de este pájaro y trasladaros mis pensamientos de forma espontánea y sincera. No es mi intención enfrascarme en una discusión mas o menos acalorada de sí esto creo que hay que hacerlo así o si esto yo no lo aria así. Lo único que pretendo es contar un poco las sensaciones que siento manejando este pájaro y compartir mis vivencias personales con este precioso pájaro al que puse de nombre “Pincel”.
Pincel es un torzuelo de Alcotán criado por Miguel López, maestro cetrero al que guardo el mayor de mis respetos. La casualidad hizo que mi camino se cruzara con Pincel y ahora siento que no me equivocaba en absoluto al llevar toda una vida enamorado de este precioso y espectacular pájaro que gracias a Miguel tengo la fortuna de portar a diario sobre mi lúa.
Cuando llego Pincel, lo primero que me sorprendió fue la vitalidad que derramaba en cada uno de sus movimientos, puro nervio, me recordaba mucho a mis Gavilanes, superando a estos incluso en sus voraz y espectacular forma de comer. Desde el primer momento sentí que me encontraba ante un pájaro con una mirada más inteligente de lo que estoy acostumbrado a ver en otros pájaros, una mirada limpia y despierta. Lo siguiente que me dejo realmente alucinado fue su plumaje....... no podía dejar de pensar en él capitulo que Félix le dedica en la fauna ibérica junto con el abejaruco, cuando de esa manera tan embrujadora y única nos contaba cuan perfecto se mostraba el plumaje de esta saeta voladora que adorna cada año los cielos de la península. Os puedo asegurar que jamás vi un plumaje tan perfectamente ajustado a la silueta de un ave que el que tiene un alcotán. Las plumas de cabeza y espalda parecen diminutas escamas perfectamente enguantadas en el cuerpo de este ser que cuenta con unas líneas tan limpias y puras que parece increíble. Las plumas de vuelo como cuchillos y timoneras son recias y duras ( cosa muy delicada como comprobé mas adelante), parecen compactadas de forma asombrosa. Pero no acababan aquí las sorpresas estructurales de este pájaro pues al llevarlo a la bascula mi sorpresa fue aun mayor al comprobar el peso que daba en la misma. Como muchos sabéis llevo muchos años manejando sobre todo cernícalos y algún gavilán, pues bien, este pájaro en su apariencia parecía mucho más pequeño de lo que los dígitos de la bascula me decían, el primer peso registrado fue de 224 gr y os podría jurar que yo no le echaba mas allá de 180 a lo sumo comparándolos con los comentados cernícalos. Es mas el peso del pájaro casi es idéntico al de Cisco, la cernícala hija de Umbría que maneja Nekira y sin embargo en el puño parece muchísimo mas pequeño que esta. Todavía no puedo imaginar de donde saca el peso este pájaro para ser tan pesado y lo único que se me ocurre es pensar precisamente en ese plumaje tan perfectamente ahusado y compacto que cubre su pequeño cuerpo.
Pincel según Miguel su criador venia con una crianza parental asta los diez doce días creo recordar y luego una grupal junto con sus hermanos. Este en concreto era él ultimo pollo que le quedaba a Miguel de la cría de 2010 y a mí me llego a finales de agosto principios de septiembre creo, aunque ahora mismo no me acuerdo y tendría que mirarlo.
El caso es que llevaba algún tiempo en una muda sin mucho trato al parecer y según Miguel mostraba ya algo de carácter por estar mas libre en la muda.
El caso es que a su llegada a Madrid desde la lejana Huelva, pareció adaptarse muy bien a su nueva muda, comiendo los dos primeros días el solo en ella sin molestarle mas allá de mirarle y remirarle a través de la puerta. Al tercer día entre en la muda y no mostró demasiado temor, todavía no le había puesto ni las pihuelas ni nada por haber recibido el pájaro estando solo y no quise enredarle de mala manera. El caso es que como no le vi muy asustado le ofrecí el puño encarnado y tras un momento de duda agarro el guante y se subió en él para comer de forma voraz y eléctrica. Al terminar le deje de nuevo en el posadero y salí de la muda para observarle a través de la puerta, quedándose súper tranquilo y feliz con el buche bien repleto de codorniz recién sacrificada.
Los siguientes días fueron una repetición exacta de este que os he relatado y al ver su buenísima respuesta ni tan siquiera me plantee armarle de pihuelas para no dañar este buen royo que estábamos alcanzando. En estos primeros días el pájaro se comporto de forma asombrosa saltando al puño al tercer día de comer en el mismo. Al cuarto día empecé a moverme un poco mas mientras estaba comiendo en el puño y le saque al cuarto anexo que tengo en las mudas comportándose de forma espectacular, sobre todo si tenemos encuentra que comía todos los días cuanto quería y que lo estaba manejando sin pihuelas. Estuvo sin pihuelas un par de semanas o así creo recordar. Ya saltaba perfectamente al puño en el cuarto anexo y decidí ponérselas pues ya tenia ganas de sacarle a la calle para ver cual era su reacción y pude colocárselas mientras comía en el puño tan tranquilo. La verdad es que me encanto esta etapa en la que cada día aprendíamos una cosa nueva uno del otro, en total libertad, sin ataduras que me dieran ventaja en el trato con él. Esto es algo que hago muy a menudo con mi Gavilana, que muda comiendo en el puño, concretamente ahora mismo esta sin pihuelas, ni brazalete ni nada y la manejo totalmente gorda. Creo que se aprende mucho de un pájaro manejándole así de esta forma, pues debes reconocer perfectamente sus estados de animo para poder manejarle sin asustarle y sin que sé baya del puño. Las primeras salidas a la calle fueron igual de bien, sin sustos ni debatidas y el pájaro seguía saltando al puño en la calle sin bajarle ni un solo gramo. Desgraciadamente llego un día en el que le tuve que decepcionar, pues decidí que ya había llegado el momento de empezar mucho mas en serio con él y tras barios días de ir reduciendo la comida decidí colocarle la caperuza y echármele al puño para no bajarle de el durante todo un fin de semana, viernes, sábado y domingo........ en que hora...............
Antes de contaros un poco los que nos paso quería comentar que al contrario que como me esperaba al ir bajándole el peso poco a poco en vez de encontrar mejor respuesta si cave a la que ya tenia fue casi al contrario, pues empezó a mostrar mucho mas acusado su metabolismo acelerado y nervioso, complicándome alguna lección por puro nerviosismo y carácter del pájaro. Si, su respuesta al puño era inmediata, pero era tan inmediata que se pasaba de vueltas y se comportaba mucho más hiperactivo. Quizás no debí bajarlo, pero joder no me entraba en la cabeza manejar a un pájaro totalmente redondo. Quizás me equivoque aunque esta claro que ahora le estoy manejando en el que creo que es su peso sobre los 200 gr 202-204 y se comporta de forma perfecta. Pero aquello la verdad es que me descoloco un poco. En mi mentalidad de cetrero pensaba.... joder si responde ahora así en cuanto le baje un poco de peso esto va a ser la ostia....pero la verdad es que la cosa empeoro por su gran nerviosismo y me descuadro un poco pues no estaba ni mucho menos bajo de peso.
Total que decidí echármele al puño y comenzar mi cruzada.
Tuve que abatirle para ponerle la caperuza. Aclarar que para mí era importantísimo que fuera caperuceo, quería poder manejarle con la tranquilidad que da un pájaro caperucero, con la tranquilidad de que podría estar volando otros pájaros como la gavilana o volando los de Nekira sin tener que estar pendiente de un pájaro hiperactivo sin caperuza y descontrolado.
Su reacción en este primer día de férreas ataduras y imposiciones fue desmesurada, jamás vi un pájaro tan bravo y tan persistente en su mal humor que este. Llevaba mas de un mes con migo y comía y saltaba a diario al puño. Pues nada, con la caperuza un diablo y si se la quitaba estando en casa mantenía un rebote espectacular debatiéndose en el puño de forma incansable..... se quedaba colgado, le levantaba para ponerle en el puño y que nanay, que un huevo. Además se debatía fatal de forma muy rara, no sé explicarlo, me complicaba muchísimo él poder controlar sus debatidas y así fue como esa misma tarde tras reponerle en el puño en una debatida vi que tenia una de las llaves traseras de una mano de una postura antinatural y dije joderrrrr se ha dislocado un dedo mierdaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡......... Nekira lloraba la pobre de camino a Marino en la clínica Altay,,,,, baya putada.........
Total que tras colocarle el dedo y encintarle las dos manos con susto incluido durante la operación pues el pájaro dejo de respira con la anestesia durante quizás un segundo pero que a mi se me hizo eterno. Volví con el pájaro a casa con un disgusto de la ostia y con varias plumas de la cola rotas con todo el follon.
Tacaba pararle una temporada y decidí sacar a Gala la gavilana que estaba mudada y preparada para hacerme olvidar este mal trago........................................................
Mañana intentare sacar tiempo para continuar lo empezado.........

Un abrazo.
Juanse.