no dejan de sorprenderme
no dejan de sorprenderme
hace cuatro dias me encontraba con pandora , prima de harris peruana/mexicana, cazando al pie de una montaña, era temprano, no pasaban de las ocho de la mañana, llevaba ya un conejo en el morral y decidí ascender en zig zag, la montaña buscando lances desde la altura y a decir verdad un lugar donde sentarme , echar un tabaco de wisconsi, y dejar apandora sobre un buen oteadero desde el que dominara la ladera y el pie de la montaña y el llano que la precede.
Una vez elegido el sitio, conformado por lo que geologícamente se conoce como un caos de bolas, o berrocal, con una formas pétreas muy caprichosas y sinuosas, tomo asiento en una de ellas en algo que se antoja como un trono y sobre mi cabeza en otra piedra mas con forma de dolmen, pandora. El humo del cigarros envuelve el ambiente y mata los aromas de la mañana, la hierba seca, la tierra reseca.
Miro a pandora y parece que se aburre, se acicala un poco las plumas, aunque no pierde mucho el tiempo y mira a su alrededor por si algo se mueve.
Todavía no había acabado de consumir aquel vicio absurdo adquirido en mi mocedad, cuando pandora arranca en un vuelo a plena ala abierta, apoyandose en el aire que ascendía por la ladera. Lo que pensé que sería un vuelo de caza se convirtió en un alto vuelo. haciendo tornos comenzó a ascender y a ascender, yo me quedé quieto dándole las últimas caladas al pitillo. Al poco aparecieron los cernícalos resientes que en más de una ocasión habían hecho a pandora refugiarse de sus incesantes pasadas a duo, y mi primer pensar fué que había terminado nuestro sueño altanero. Pandora, ´no les hizo caso y resolvió la situación tomando más altura y su contraste canela y negro se me antojaba como un precioso caramelo de regaliz en un fondo azul inmaculado.
Un nuevo visitante aparecía en el cielo acompañado e graznidos un cuervo!!! pandora no se atemorizó y de nuevo tomo más altura.
A pesar de tanta distracción, no perdía de vista y orientava sus tornos a mi vertical.
Seguí ascendiendo la montaña hasta llegar a su cima donde el viento era algo más intenso. decido entonces alzar mi puño y enseguida inicia un picad moderadosostenido a contraviento y sus alas semiplegadas.
Llega suavemente y se posa como en cámara lenta, apenas noto su peso aligerado por el viento en contra, decido entonces darle una buena picada, suculenta, ella tras acabar de ingerir este piscolabis, entiende que ha de subir de nuevo y así hace, pero esta vez sin rodeos asciende rápidamente aleteando y como buscando un atajo en el camino de los vientos. se posiciona de nuevo en la vertical, aunque esta vez mucho más alto, la aguanto allí unos minutos y ella se pasea a vela. se oyen los cantares de los cernícalos de fondo, pero están posados. Vuelvo a alzar mi puño al cielo y pandora desciende en bello picado algo más ligero y veloz que el anterior. Parece que ha compprendido una lección inmediata, que no pretendía enseñarle yo, si no más bien ella a mi, le doy una picada más grande que la anterior y vuelve a salir del puño iniciando ya una maniobra de ascensión con una maestría digna de un águila, mi asombro no me djaba mirar al suelo, lo que me costó algun tropiezo al caminar por la cima como un iluminado que ha visto a la virgen, cuando tras una pequeña pérdida equilibrio, miro al suelo y veo un cejo que se levanta a dos metros de mi, en seguida doy la grita, me tambaleo(demasiada adrenalina) y procuro no perderme lo que ocurre; pandora cierra las alas desciende vertiginosamente en dirección al conejo, llevaba demasiada velocidad pensé que si lo atrapaba así, la inercia haría que cayeran rodando ladera abajo, temí por el desenlace del lance y en ese último segundo a pocs centímetros del orejas veloces, asciende en plano vertical y veo que mientras sube gira su cabeza para no perder de vista al conejo, cierra las alas otra vez y ahora cae como una lápida que dice descanse en paz el orejas veloces, tus parientes no te olvidan, acompañado de un intenso y breve chillido.
Pandora se ceba a tope, la acompaño y le doy el resto de carne que llevaba en el morral más todo lo que quiso del conejo, mentras le digo:
-pandora , no sabía que te gustaba la altanería !!! y ella haciendo un alto en su cebadura con el pico destilando sangre me contesta:
- Nunca me lo preguntaste.
Espero que os haya gustado este relatillo, deciros que ahora si siente el aire bajo sus alas las abre y hace altanería, aunque aveces lo que quiere es una picada suculenta, la muy lista de ellla,por ello lo que trato es de aguantarla en el aire un rato, cada vez más , y tratar de levantarle pieza.
un saludo beneharo.
Una vez elegido el sitio, conformado por lo que geologícamente se conoce como un caos de bolas, o berrocal, con una formas pétreas muy caprichosas y sinuosas, tomo asiento en una de ellas en algo que se antoja como un trono y sobre mi cabeza en otra piedra mas con forma de dolmen, pandora. El humo del cigarros envuelve el ambiente y mata los aromas de la mañana, la hierba seca, la tierra reseca.
Miro a pandora y parece que se aburre, se acicala un poco las plumas, aunque no pierde mucho el tiempo y mira a su alrededor por si algo se mueve.
Todavía no había acabado de consumir aquel vicio absurdo adquirido en mi mocedad, cuando pandora arranca en un vuelo a plena ala abierta, apoyandose en el aire que ascendía por la ladera. Lo que pensé que sería un vuelo de caza se convirtió en un alto vuelo. haciendo tornos comenzó a ascender y a ascender, yo me quedé quieto dándole las últimas caladas al pitillo. Al poco aparecieron los cernícalos resientes que en más de una ocasión habían hecho a pandora refugiarse de sus incesantes pasadas a duo, y mi primer pensar fué que había terminado nuestro sueño altanero. Pandora, ´no les hizo caso y resolvió la situación tomando más altura y su contraste canela y negro se me antojaba como un precioso caramelo de regaliz en un fondo azul inmaculado.
Un nuevo visitante aparecía en el cielo acompañado e graznidos un cuervo!!! pandora no se atemorizó y de nuevo tomo más altura.
A pesar de tanta distracción, no perdía de vista y orientava sus tornos a mi vertical.
Seguí ascendiendo la montaña hasta llegar a su cima donde el viento era algo más intenso. decido entonces alzar mi puño y enseguida inicia un picad moderadosostenido a contraviento y sus alas semiplegadas.
Llega suavemente y se posa como en cámara lenta, apenas noto su peso aligerado por el viento en contra, decido entonces darle una buena picada, suculenta, ella tras acabar de ingerir este piscolabis, entiende que ha de subir de nuevo y así hace, pero esta vez sin rodeos asciende rápidamente aleteando y como buscando un atajo en el camino de los vientos. se posiciona de nuevo en la vertical, aunque esta vez mucho más alto, la aguanto allí unos minutos y ella se pasea a vela. se oyen los cantares de los cernícalos de fondo, pero están posados. Vuelvo a alzar mi puño al cielo y pandora desciende en bello picado algo más ligero y veloz que el anterior. Parece que ha compprendido una lección inmediata, que no pretendía enseñarle yo, si no más bien ella a mi, le doy una picada más grande que la anterior y vuelve a salir del puño iniciando ya una maniobra de ascensión con una maestría digna de un águila, mi asombro no me djaba mirar al suelo, lo que me costó algun tropiezo al caminar por la cima como un iluminado que ha visto a la virgen, cuando tras una pequeña pérdida equilibrio, miro al suelo y veo un cejo que se levanta a dos metros de mi, en seguida doy la grita, me tambaleo(demasiada adrenalina) y procuro no perderme lo que ocurre; pandora cierra las alas desciende vertiginosamente en dirección al conejo, llevaba demasiada velocidad pensé que si lo atrapaba así, la inercia haría que cayeran rodando ladera abajo, temí por el desenlace del lance y en ese último segundo a pocs centímetros del orejas veloces, asciende en plano vertical y veo que mientras sube gira su cabeza para no perder de vista al conejo, cierra las alas otra vez y ahora cae como una lápida que dice descanse en paz el orejas veloces, tus parientes no te olvidan, acompañado de un intenso y breve chillido.
Pandora se ceba a tope, la acompaño y le doy el resto de carne que llevaba en el morral más todo lo que quiso del conejo, mentras le digo:
-pandora , no sabía que te gustaba la altanería !!! y ella haciendo un alto en su cebadura con el pico destilando sangre me contesta:
- Nunca me lo preguntaste.
Espero que os haya gustado este relatillo, deciros que ahora si siente el aire bajo sus alas las abre y hace altanería, aunque aveces lo que quiere es una picada suculenta, la muy lista de ellla,por ello lo que trato es de aguantarla en el aire un rato, cada vez más , y tratar de levantarle pieza.
un saludo beneharo.
saludos, beneharo.
- goshawkrst
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- jesim2
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- vicente
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wow, dos cosas primero agradecerte el regalo de la lectura, y segundo congraciarme contigo y con tu ave que esas situaciones se dan mas o menos seguido con las condiciones adecuadas, pero la sensacion de estar ahi, de ver a tu compañera, de saber que interactuan es ... es algo dificil de explicar.
felicidades por la experiencia y por el relato, gracias y que vengan algunos mas.
felicidades por la experiencia y por el relato, gracias y que vengan algunos mas.
Saludos de uno de GUADALAJARA!
- roberto carlos
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