Es una rapaz de tamaño medio, de casi sesenta centímetros de longitud y más de un kilogramo de peso, dimensiones que en el macho se reducen considerablemente, sin que habitualmente se rebasen los ochocientos gramos de peso.
Las alas son cortas y anchas, adaptadas al vuelo en zonas arboladas, y la cola larga, útil timón para los rápidos giros que requieren los hábitats boscosos. La cabeza es plana, el cuello corto y el pecho voluminoso. En el dorso el plumaje es pardo grisáceo, mezclado con tonos blancos en la nuca. La ceja es blanca y presenta un faja auricular, desde el ojo, de tonos más oscuros. Las partes inferiores son blancas, con ondas de tono gris parduzco que le permiten pasar inadvertido cuando se aposta en el arbolado del bosque. En la cola presenta varias bandas negruzcas y muy anchas. Las patas son largas, amarillas y con poderosas garras.
En reposo se reconoce fácilmente, por ser la única rapaz de gran tamaño cuyas alas no rebasan la mitad de la longitud de la cola. En vuelo destaca la enorme anchura de sus alas y su cola larga y ancha.
Habita bosques y zonas arboladas, alimentándose de aves de mediano tamaño, como palomas, perdices, cuervos, cornejas o arrendajos, roedores de mediano y gran tamaño, ardillas, liebres, conejos e incluso reptiles y aves de corral. Generalmente caza al acecho, apostada en ramas altas desde donde realiza picados para sorprender por detrás a sus presas. Cuando se trate de aves que huyen levantando el vuelo, remonta tras ellas para atacarlas de abajo a arriba.
No parece mostrar preferencia por ningún tipo concreto de bosque, pero prefiere medios despejados, en los que puedan volar sin excesivos obstáculos y con árboles de grandes dimensiones. También es frecuente en áreas de campiña o dehesas, si existe arbolado disperso adecuado y suficiente disponibilidad de presas.
Nidifica en árboles de gran tamaño en los que construye nidos de material vegetal de casi un metro de diámetro, generalmente en una horquilla principal o en una rama robusta cercana al fuste y a altura no inferior a ocho metros. Generalmente localiza en su área de cría varios nidos que reutiliza durante años.
La puesta se realiza a finales de marzo o principios de abril, pudiendo variar entre dos y cuatro huevos. En Asturias lo más frecuente es que sean tres, incubados por la hembra durante cuarenta días. La pollada se independiza transcurrido un periodo de algo más de un mes.
En la Península Ibérica se localiza en casi todo el territorio, exceptuando las zonas más desarboladas de ambas mesetas, Extremadura y los desiertos de Almería. Las poblaciones más nutridas parecen situarse en Los Pirineos y el Sistema Central, principalmente en áreas de pinar, pero es abundante en la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico. En las mesetas parece haber sufrido una importante regresión a causa de la reducción de las poblaciones de conejo por efecto de la mixomatósis. Sin embargo, se detecta una tendencia estable o incluso creciente en los efectivos poblacionales.




