Tras 3 horas en el campo y viendo que la gavilana se mostraba fatigada (no es de extrañar despues de innumerables lances fallidos ), sí, los gavilanes tambien pueden tener dias malos. Decidi recogerla. Veia que las ganas y empeños habian decrecido. Me voy acercando al coche aparcado en el camino. Pienso en darle un vuelo al puño para cebarla. Cuando estoy a unos 20 metros de una valla que separa el camino (2 metros de altura) y a punto de dejarla suelta para que venga al puño, sale una perdiz como un tiro a 10 metros de la valla, justo por donde unos momentos antes habia pasado para empezar la jornada de caza. No me esperaba la reaccion del pajaro, salio con un batir de alas al unisono de la patirroja. La perdiz va hacia la valla directa no se percata de lo que tiene delante, pero el gavilan va detras me temo lo peor. El gavilan la agarra y lo peor sucede, los dos chocan contra la valla. Caen al suelo y la gavilana no suelta aunque esta aturdida. Pero la perdiz de noviembre es mucha perdiz y se rehace soltandose, saltando la valla y volando pico a viento. La gavilana reacciona intentando perseguirla pero ya no tiene formas de llegarle.
La primera perdiz que ve de cerca y sin escapes previo, la ataca sin contemplaciones. Antes habia tonteado haciendo vuelos de persecucion pero cuando la perdiz salia muy larga y enseguida abandonaba.
Los gavilanes son bichos de otra pasta. Su cerebro procesa sin complicarse la vida mucho. Si vuela o corre y soy capaz de cazarlo y retenerlo es comida. El peligro o dificultad no la calcula nunca.
De ahi que cazar con ellos sea una sorpresa diaria.
Para los gavilaneros cuidado con los frios. Cebad a tope. Si lo teneis muy bajo y cazando un gavilan pierde muchos gramos diarios. A la mia le doy el doble de lo que comia hace unos meses, y aun asi, baja un poco de peso si la jornada de caza es larga y con muchos lances.
Gavilan a perdiz
-
- Master
- Mensajes: 5234
- Registrado: 14 Abr 2003, 19:47
- Ubicación: Guadalajara
Cierto que son de otra pastas. Con la única gavilana que he manejado en mi vida me pasó exactamente lo mismo, pero sin valla. Se quedó con las manos llenas de plumas, dos plumas de la cola rotas y jadeante, después de un minuto o dos de lucha que fue lo que tardé el cruzar corriendo como un poseso el jodido campo de girasoles que nos separaba. Luego no volvió a quererlas. Pero qué huevos tienen...