Bueno amigos, os cuento un poco la evolución y las jornadas de caza que he compartido con
Loki
Lo he estado volando casi a diario, los días que no se podía cazar con escapes de paloma y los de caza buscando preferentemente las patirrojas.
Empezamos el año tempranito en el monte, Tenía localizados un par de bandos de perdices en una zona de lomas muy peladas, en el coto de Teruel, y allí que nos fuimos.
Según llegábamos ya las divisé apeonando, loma arriba, aproximadamente una docena de perdices.
Me bajo y preparo el halcón, pongo telemetría, quito tornillo y suelto pihuelas en la dirección de las patirrojas.
Loki las ha visto y en vez de ir directo a por ellas, sale muy raso, bajando por un pequeño barranco, dando la vuelta detrás de la colina y presentándose en medio del bando, en una empuesta genial! Salen volando en todas direcciones y el perlán arrea detrás de la única que viene casi en mi dirección, le va recortando distancia hasta que la roja se medio empotra en unas piedras al pie de una pequeña caseta en ruinas. Voy corriendo hacia allí y el halcón se posa encima de la pared de la caseta, cabeceando muy excitado y esperando que lleguemos la perdiguera y yo.
La perra me la marca en las piedras pero no hay forma de hacerla salir de allí, intento mover alguna piedra pero son muy grandes....
Recojo al Bicho, que se debate hacia las piedras, sabe perfectamente que está allí. Con él en el puño sigo buscando otros lances, que enseguida se producen....salen tres perdices ladera abajo a unos cuatrocientos metros y aunque las quiere no le dejo ir. Me fijo que se posan en un sembrado y decido hacer una semi altanería, conecto el altímetro en el Berkut y suelto pihuelas. El Fiera coge altura torneando y mientras yo me acerco a las rufas se pone a unos 80 m. Buscamos la perra y yo, con un ojo en el suelo y el otro en el aire, controlando el halcón. De repente la perdiguera se pone nerviosa y medio muestra una perdiz que sale volando muy rasa hacia los campos pelados, he pensado que ya era mía, ya que el perlán pica hacia ella. Pero la muy puñetera va muy rasa y a unos cincuenta metros se mete en un ribazo con la hierba alta, justo cuando le llegaba mi halcón, que se queda dando puntas encima. Busco bien por donde la he visto y descubro una madriguera de conejo... en fin ya no es la primera vez que me pasa y las muy puñeteras saben perfectamente donde van y donde se meten. Al girar la vista veo la perra de muestra en el sembrado de antes y vuelvo hacia allí corriendo, doy la grita al Bicho para que se centre y aunque viene bajito, al salir la perdiz la apura mucho, se echa al suelo, la recaza hasta unos ribazos altos con unos pocos árboles en la parte de arriba, la perra la echa otra vez y volando muy fuerte se va hacia lo limpio perseguida por
Loki, que le impide la bajada bloqueándole por debajo, hasta que al final dando un golpe de riñones y de abajo hacia arriba, la traba en el aire!
Cuando llego ya la tiene descogotada y está pelando tan feliz.
Buen papo y para casita.
Las oportunidades son como los amaneceres, si uno espera demasiado,se los pierde.
